En el mundo energético se habla de entes como formas de energía consciente o inconsciente que se adhieren a nuestro campo áurico. Estas presencias pueden ser almas errantes, energías densas de baja vibración, o proyecciones mentales colectivas que encuentran un “anclaje” en personas con el aura debilitada.
Los implantes energéticos, por otro lado, son estructuras sutiles que se introducen en el cuerpo energético, muchas veces como resultado de traumas, manipulaciones, miedos o acuerdos inconscientes. Pueden actuar como bloqueos que drenan nuestra energía, nublan nuestra voluntad o distorsionan nuestras emociones.
Aunque no todos los terapeutas creen literalmente en entes o implantes como "seres externos", sí es cierto que muchas personas experimentan síntomas reales que pueden aliviarse con terapias energéticas profundas.
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